“LOS FLOREROS”
Es
de las tradiciones que se puede vivir cada año. En ésta participan
aproximadamente unos 500 jóvenes, y año con año se incrementa el número de
participantes. Del 15 al 23 de diciembre
se celebran misas, caminatas, y rezos con mucha fe. Todo comienza con una misa
en la Iglesia de San Pablo Apóstol y el 15 de diciembre en la madrugada inicia
el peregrinar hacia el cerro de San Cristóbal, donde al día siguiente cortan
las flores que traerán para la elaboración de la casita donde nacerá el diño Dios.
Los floreros tienen que soportar las
temperaturas bajo cero de las comunidades de los Altos en esta temporada,
además de encontrar y cortar las flores de Niluyarilo,
que nacen en los árboles de esta región.

Son siete los días que están fuera de su casa, durmiendo a la intemperie, soportando frío, lluvias, incomodidades, durmiendo en el suelo, mal comidos, con cansancio pero todos con gran devoción cumplen su objetivo y traen sus docenas de flores para la iglesia, donde entregan una cantidad determinada y lo demás se les queda para su propio nacimiento o de familiares más cercanos.
Son
cuatro los lugares ya determinados en donde les llevan alimentos y conviven con
sus familiares; El día 19 en El carrizal, el 21 por la mañana en el puentecito,
por la noche en el Zapote y el 22 en Nandayapa. El día 23 se hace un rezo en la casa de los padrinos que reciben
las flores para que al siguiente elaboren la casita del niño Dios y sea llevada
a la Iglesia para que por la noche se celebre el nacimiento del niño Dios.
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